domingo, 11 de mayo de 2014

REFLEXIONES SOBRE UNA ENCUESTA


Hola:

Heme de nuevo aquí, cuan galeote atado al duro banco de mi blog, para comentar algunos aspectos de los resultados de la encuesta que, aprovechando nuestro paso por este curso de redes sociales, planteamos a compañeros, alumnos o familiares de nuestros alumnos. Pues comenzamos.


Para empezar, hay que tener en cuenta que la encuesta no perseguía  desde el principio tener un valor científico sino ser un vehículo para reflexionar sobre el uso de internet y las redes sociales en el ámbito escolar. Sabido esto, debemos añadir que, además, el planteamiento de la encuesta, que se planteaba y se resolvía mediante un envío de correo electrónico, excluía de cualquier posible respuesta a los posibles marginados del mundo digital, lo que introduce en sus resultados un claro sesgo tecnológico  y deja un área oscura que no podemos cuantificar.
File:Rorschach inkblots.jpg
¿Preguntas y respuestas?
Por otro lado, esa zona oscura no es despreciable pues si consultamos los datos del Ministerio de Industria veremos que casi una tercera parte de los hogares españoles carecen de acceso a internet, mientras que en nuestras respuestas esa proporción desciende en todos los casos por debajo del 10%.

Otro elemento que tenemos que considerar previamente es el importante desequilibrio que, dentro de las contestaciones, hay entre las familias y el resto. La contribución de las familias supone una cifra que bordea la tercera parte de las respuestas de profesores y alumnos, lo que también introduce algunas dudas sobre el carácter más o menos significativo de los datos.

Dicho esto, centraremos nuestro comentario de los datos en los usos que dan a internet y redes sociales aquellos de nuestros entrevistados que ya  están comprometidos con el uso de la tecnología.

El uso cotidiano de  internet vemos que es algo habitual en todos los sectores encuestados. Alrededor de 9 de cada diez  respuestas nos señalan su uso diario. Lo que ya no es tan unánime son los usos de las conexiones ya que encontramos diferencias significativas entre los alumnos, que centran su actividad en la comunicación con su entorno de amistades o familiar y en actividades de distracción (videos, música), ambas actividades las desarrollan el 70 % de los alumnos encuestados.

Por su parte, familias y profesores centran su acción en la búsqueda de información (75% y 78% respectivamente). Los profesores también en un porcentaje muy elevado se informan y trabajan con este medio (78%) y utilizan el correo (70%). Es evidente que, por razones de edad, de disposición anímica y de tiempo libre, los componentes lúdicos predominan entre los alumnos, mientras los profesionales lo hacen entre los docentes. También parece interesante  el uso relativamente escaso del medio (40%) por los profesores para comunicarse con su entorno familiar o de amistad[i].

Llama la atención el bajo uso comercial y administrativo de internet, contra la tendencia que señala el Informe de Telefónicasobre la sociedad de la información que señala como tendencia el incremento del modelo comercial y de la Administración comercial, pero es cierto que debemos matizar este resultado pues es evidente que para la mayoría de los mortales es más habitual el empleo de  cualquier cosa para trabajar que para sacar dinero del banco o es más frecuente hablar con los amigos, por el medio que sea, que realizar compras de relativa entidad.

En el terreno de las redes sociales la frecuencia de uso es también elevada pero se aprecia una diferencia mayor que en el capítulo de internet a favor de los alumnos que obtienen 14 puntos de distancia con respecto a los profesores. Esa diferencia se acusa todavía más en lo que se refiere a la tenencia de un perfil en redes sociales que es casi universal entre los alumnos (85 %) frente al 58% de los familiares que han respondido. La cuestión de nuevo puede entenderse como una diferencia generacional, pero con un matiz respecto a la conclusión que extrajimos al hablar del uso de internet y es que, en esta ocasión, ya entra en juego el  carácter reciente de las redes sociales, mucho más asequibles para los “nativos” digitales que para aquellos que se han adaptado como visitantes al mundo digital.

En el uso de las redes sociales también encontramos rastros de esa diferencia. Los alumnos practican con un uso diario de ellas mientras que familias y profesores, aun presentando un uso habitual importante que supera el 50 % con creces, se sitúan a 20 puntos de distancia.

Las redes sociales se utilizan principalmente en los tres grupos para uso personal, aunque tampoco es despreciable el uso mixto, personal y profesional, que vemos entre profesores y alumnos, que ronda el 30 %. La herramienta que reina entre las redes sociales es Facebook , aunque el uso de Twitter está muy extendido entre los alumnos. También triunfan WhatsApp, aunque el uso entre las familias es extremadamente bajo, y en menor medida Skype, y en ambos éxitos queremos ver poderosas razones económicas que justifican ese auge.

Los usos de las redes sociales vienen a reforzar los señalados para internet pero con algunos matices. Las redes son terreno para la sociabilidad  y en eso coinciden jóvenes y los mayores. El trabajo tiene una presencia marginal para los alumnos  pero es relevante (77%) entre los profesores. Curiosamente este dato entra en cierta contradicción con ese 77 % de los alumnos que afirman usar internet para estudiar, aunque dicha contradicción comienza a tener explicación si vemos la llamativa diferencia que existe entre ese 87%(¡) de profesores que usan internet para preparar sus clases  y ese 28% que utilizan las redes sociales.

Para finalizar este análisis también parece relevante la escasa implantación de internet y redes sociales como vehículo de comunicación entre los diferentes sectores y miembros de la comunidad escolar.

¿Qué conclusiones podemos sacar de estos datos? Sin ánimo de ser exhaustivo, podríamos decir en primer lugar que el uso de las nuevas tecnologías es una tendencia social que camina hacia la universalización y que, salvo catástrofe, su implantación seguirá creciendo y haciéndose más cotidiana. Segundo, que la diferencia de uso general de estas herramientas entre los diferentes sectores analizados no es tan grande como puede suponerse a priori, existen diferencias de edad, que probablemente serían más amplias con una muestra menos sesgada, y sobre todo existen diferencias de uso. Por último señalar que parece evidente que existe una necesidad generalizada entre los alumnos de aprender los usos profesionales de las redes sociales y de internet y que el primer paso para ello, antes incluso de plantearlo como una cuestión de aprendizaje en el aula, es utilizar estos medios como ellos ya lo utilizan, como vehículo de comunicación entre la escuela y el alumno.

PT. Aunque creo que me he enredado más de la cuenta no puedo dejar en el tintero, porque nunca sobra cuando uno analiza datos estadísticos, una frase que muchos atribuyen a Mark Twain y otros a Winston Churchill, pero que en realidad es fruto del ingenio de Benjamin Disraeli, primer ministro conservador de su Graciosa Majestad en el siglo XIX, que venía a decir: hay mentiras, grandes mentiras y estadísticas.

 Un saludo.




[i] ¿Será cierta la leyenda de que algunos profesores somos algo misántropos?




1 comentario:

  1. Estupendo análisis de los datos pero también me gusta la reflexión que haces sobre los mismos que creo que refleja muy bien la realidad. Vas más allá de los datos proporcionando posibles explicaciones a las incongruencias entre los mismos.
    Enhorabuena, me ha encantado.
    Chelo

    ResponderEliminar