Hola:
Heme
de nuevo aquí, cuan galeote atado al duro banco de mi blog, para comentar
algunos aspectos de los resultados de la encuesta que, aprovechando nuestro
paso por este curso de redes sociales, planteamos a compañeros, alumnos o familiares
de nuestros alumnos. Pues comenzamos.
Para
empezar, hay que tener en cuenta que la encuesta no perseguía desde el principio tener un valor científico
sino ser un vehículo para reflexionar sobre el uso de internet y las redes
sociales en el ámbito escolar. Sabido esto, debemos añadir que, además, el planteamiento
de la encuesta, que se planteaba y se resolvía mediante un envío de correo
electrónico, excluía de cualquier posible respuesta a los posibles marginados
del mundo digital, lo que introduce en sus resultados un claro sesgo
tecnológico y deja un área oscura que no
podemos cuantificar.
¿Preguntas y respuestas? |
Por
otro lado, esa zona oscura no es despreciable pues si consultamos los datos del Ministerio de Industria veremos que casi una tercera parte de los hogares
españoles carecen de acceso a internet, mientras que en nuestras respuestas esa
proporción desciende en todos los casos por debajo del 10%.
Otro
elemento que tenemos que considerar previamente es el importante desequilibrio que,
dentro de las contestaciones, hay entre las familias y el resto. La
contribución de las familias supone una cifra que bordea la tercera parte de
las respuestas de profesores y alumnos, lo que también introduce algunas dudas
sobre el carácter más o menos significativo de los datos.
Dicho
esto, centraremos nuestro comentario de los datos en los usos que dan a
internet y redes sociales aquellos de nuestros entrevistados que ya están comprometidos con el uso de la
tecnología.
El uso
cotidiano de internet vemos que es algo
habitual en todos los sectores encuestados. Alrededor de 9 de cada diez respuestas nos señalan su uso diario. Lo que
ya no es tan unánime son los usos de las conexiones ya que encontramos
diferencias significativas entre los alumnos, que centran su actividad en la
comunicación con su entorno de amistades o familiar y en actividades de
distracción (videos, música), ambas actividades las desarrollan el 70 % de los
alumnos encuestados.
Por
su parte, familias y profesores centran su acción en la búsqueda de información
(75% y 78% respectivamente). Los profesores también en un porcentaje muy
elevado se informan y trabajan con este medio (78%) y utilizan el correo (70%).
Es evidente que, por razones de edad, de disposición anímica y de tiempo libre,
los componentes lúdicos predominan entre los alumnos, mientras los
profesionales lo hacen entre los docentes. También parece interesante el uso relativamente escaso del medio (40%)
por los profesores para comunicarse con su entorno familiar o de amistad[i].
Llama
la atención el bajo uso comercial y administrativo de internet, contra la
tendencia que señala el Informe de Telefónicasobre la sociedad de la información que señala como tendencia el incremento del
modelo comercial y de la Administración comercial, pero es cierto que debemos
matizar este resultado pues es evidente que para la mayoría de los mortales es
más habitual el empleo de cualquier cosa
para trabajar que para sacar dinero del banco o es más frecuente hablar con los
amigos, por el medio que sea, que realizar compras de relativa entidad.
En
el terreno de las redes sociales la frecuencia de uso es también elevada pero
se aprecia una diferencia mayor que en el capítulo de internet a favor de los
alumnos que obtienen 14 puntos de distancia con respecto a los profesores. Esa
diferencia se acusa todavía más en lo que se refiere a la tenencia de un perfil
en redes sociales que es casi universal entre los alumnos (85 %) frente al 58%
de los familiares que han respondido. La cuestión de nuevo puede entenderse
como una diferencia generacional, pero con un matiz respecto a la conclusión
que extrajimos al hablar del uso de internet y es que, en esta ocasión, ya
entra en juego el carácter reciente de
las redes sociales, mucho más asequibles para los “nativos” digitales que para
aquellos que se han adaptado como visitantes al mundo digital.
En el
uso de las redes sociales también encontramos rastros de esa diferencia. Los
alumnos practican con un uso diario de ellas mientras que familias y
profesores, aun presentando un uso habitual importante que supera el 50 % con
creces, se sitúan a 20 puntos de distancia.
Las
redes sociales se utilizan principalmente en los tres grupos para uso personal,
aunque tampoco es despreciable el uso mixto, personal y profesional, que vemos
entre profesores y alumnos, que ronda el 30 %. La herramienta que reina entre
las redes sociales es Facebook , aunque el uso de Twitter está muy extendido entre
los alumnos. También triunfan WhatsApp, aunque el uso entre las familias es
extremadamente bajo, y en menor medida Skype, y en ambos éxitos queremos ver
poderosas razones económicas que justifican ese auge.
Los
usos de las redes sociales vienen a reforzar los señalados para internet pero
con algunos matices. Las redes son terreno para la sociabilidad y en eso coinciden jóvenes y los mayores. El
trabajo tiene una presencia marginal para los alumnos pero es relevante (77%) entre los profesores.
Curiosamente este dato entra en cierta contradicción con ese 77 % de los
alumnos que afirman usar internet para estudiar, aunque dicha contradicción
comienza a tener explicación si vemos la llamativa diferencia que existe entre
ese 87%(¡) de profesores que usan internet para preparar sus clases y ese 28% que utilizan las redes sociales.
Para
finalizar este análisis también parece relevante la escasa implantación de
internet y redes sociales como vehículo de comunicación entre los diferentes
sectores y miembros de la comunidad escolar.
¿Qué
conclusiones podemos sacar de estos datos? Sin ánimo de ser exhaustivo,
podríamos decir en primer lugar que el uso de las nuevas tecnologías es una
tendencia social que camina hacia la universalización y que, salvo catástrofe,
su implantación seguirá creciendo y haciéndose más cotidiana. Segundo, que la
diferencia de uso general de estas herramientas entre los diferentes sectores
analizados no es tan grande como puede suponerse a priori, existen diferencias
de edad, que probablemente serían más amplias con una muestra menos sesgada, y
sobre todo existen diferencias de uso. Por último señalar que parece evidente
que existe una necesidad generalizada entre los alumnos de aprender los usos profesionales
de las redes sociales y de internet y que el primer paso para ello, antes
incluso de plantearlo como una cuestión de aprendizaje en el aula, es utilizar
estos medios como ellos ya lo utilizan, como vehículo de comunicación entre la
escuela y el alumno.
PT. Aunque creo que me he enredado más de la cuenta no puedo dejar en el tintero, porque nunca sobra cuando uno analiza datos estadísticos, una frase que
muchos atribuyen a Mark Twain y otros a Winston Churchill, pero que en realidad
es fruto del ingenio de Benjamin Disraeli, primer ministro conservador de su
Graciosa Majestad en el siglo XIX, que venía a decir: hay mentiras, grandes
mentiras y estadísticas.
Un saludo.
Estupendo análisis de los datos pero también me gusta la reflexión que haces sobre los mismos que creo que refleja muy bien la realidad. Vas más allá de los datos proporcionando posibles explicaciones a las incongruencias entre los mismos.
ResponderEliminarEnhorabuena, me ha encantado.
Chelo